La demora en cerrar las cifras empezó acorralar a los negociadores porque la Argentina debe pagarle al FMI US$ 2.700 millones la semana que viene, según las pautas del pacto original.
Ahora el staff técnico girará el texto al Board que antes del lunes próximo tendrá que dar el visto bueno final para que se habilite un desembolso de US$ 5.200 millones.
Argentina debía sumar unos US$ 3.700 millones durante el primer trimestre del año, pero la sequía y el boomerang que resultaron los planes de dólar soja impactaron en forma negativa.
Hasta el momento, en lugar de sumar divisas, el Banco Central suma una salida neta de unos US$ 3.500 millones y no hay posibilidades de reversión.
El dólar soja absorbió en diciembre lo que podía acumularse en enero y febrero, y en consecuencia se cumplieron las peores advertencias sobre los efectos del plan.
Además, la sequía profundizó la falta de productos exportables ahondando el bache financiero.
Si bien el FMI habría dado el visto bueno con el tema de las reservas, será importante la determinación sobre otras variables clave como por ejemplo la meta de déficit fiscal.
El acuerdo marca 1,9% del PBI para 2023 con una asistencia al Tesoro no mayor al 0,6% del PBI.
A estas dos variables apunta el ala kirchnerista de la coalición gobernante, ya que considera que mantener estos objetivos significa un ajuste sobre la economía que pondrá al oficialismo en una posición muy incómoda de cara a las elecciones de octubre.
El otro punto a analizar es si las nuevas metas se calibran a partir de una modificación sin consecuencias o si la Argentina debió pedir un waiver (perdón). Escrito por Noticias Argentinas
NA – Buenos Aires, Argentina