Por Ernesto Edwards /Filósofo y periodista @FILOROCKER
Pocos títulos parecerían más absurdos, vinculando a Julio Iglesias con el rock. Y sin embargo…
Al igual que otra mega estrella de la canción melódica en español, en ese caso fue Raphael, ahora el otrora mundialmente famoso y exitoso ícono de la canción romántica, Julio Iglesias (Julio José Iglesias de la Cueva, Madrid, 1943, ocho hijos y uno reclamando judicialmente su paternidad) está cumpliendo este 23 de septiembre 80 años, y aunque se encuentra desde hace un tiempo artísticamente inactivo, se sigue hablando de él por diferentes motivos. De su récord de ventas en cuanto a millones de discos, de la enorme cantidad en miles de amantes que él mismo ha referido (propio de la hoy inaceptable concepción patriarcal y machista de otros tiempos), así como también dónde se lo ubicaba ideológicamente, como un antojadizo e involuntario representante de la derecha mundial. A tal extremo de que como si fuera un mal chiste, se lo emparentaba con el dictador chileno Augusto Pinochet.
Y aunque don Julio no compuso prácticamente nada relevante en toda su vida como cantante -sobre todo en su madurez-, en su primera juventud sí lo hizo, pero su período más exitoso lo pasó interpretando principalmente las creaciones de Rafael Ferro, su director musical y arreglador. Iglesias supo darle un estilo e impronta tan propios y reconocibles que hizo de su cancionero una marca registrada.
Si bien con el título de esta nota la primera impresión pudo haber sido la de estar ante un anticipo grotesco, a poco de repasar su historia podrán verse aparecer determinados hitos que han venido conectando de varias maneras a Julio Iglesias con el universo del rock, entre anécdotas, intenciones, rockers que decidieron versionar sus éxitos y hasta el propio Julio aventurándose en el acto de compartir grabación o escenario con alguna figura del género.
Los más jóvenes seguramente conocen a Julio Iglesias porque a cierta altura de cada año se convierte en una colección de memes cada vez que llega el mes del mismo nombre, algo que parece divertir, según cuentan, al propio cantante. Los más grandes sabíamos que el intérprete tenía un solo perfil de rostro favorito a la hora de los planos fotográficos y televisivos. Pero Julio es muchísimo más que eso. Durante años, antes de que se hiciera famoso Luis Miguel, Iglesias fue el indiscutido rey de la canción romántica en español, y quien como músico latino ha vendido más discos en la historia, con 80 álbumes editados en catorce idiomas diferentes.
Ganador de numerosos Grammys y varios premios internacionales más, fue reconocido con la Legión de Honor de Francia y nombrado embajador de UNICEF. Como era lógico, se considera también que es una de las diez fortunas más importantes de España. También se graduó, a sus 60 años, como abogado en la Universidad Complutense de Madrid, aunque nunca ejerció. Asimismo, muchos recuerdan que Julio Iglesias llegó a integrar, muy joven, el plantel profesional del Real Madrid como uno de sus arqueros, pero tras un accidente una grave lesión lo obligó a abandonar tempranamente el fútbol.
Julio Iglesias ha grabado diferentes géneros musicales, incluidos el bolero y el tango, y ha cantado a dúo con notables personalidades de la canción, como Frank Sinatra, Charles Aznavour, Plácido Domingo, Pedro Vargas y Sting, entre muchos otros. Pero rock, lo que se dice un rock, jamás en su vida. Y aún así, si investigamos un poco, saltarán a la vista detalles que llaman la atención. No olvidemos uno, que aunque menor, mostraba su emparentamiento, con ese meme (un fake) que lo exhibía con una bata estampada con la cara maquillada de Gene Simmons caracterizado como el bajista de los Kiss, algo que provocó que la propia banda buscase corroborar si la imagen era verdadera o falsa.
El 4 de julio de 1984, en la celebración más importante para los norteamericanos, Julio Iglesias actuaba junto a The Beach Boys, una de los pioneros del rock en Estados Unidos, con el marco del National Mall de Washington D. C., ante alrededor de un millón de asistentes. Juntos interpretaron “The Air That I Breathe”. No fue lo único que hicieron juntos. Pero fue toda una curiosidad.
Una anécdota que siempre se reprodujo como una leyenda urbana decía que Julio Iglesias había participado vocalmente, y en secreto, de la grabación de una canción de la todavía vigente y popular banda metalera británica Judas Priest junto a ellos. Julio nunca lo confirmó ni desmintió. Corría 1985 y Judas editaría “Twin Turbo”, un disco doble del que se rumoreó que el cantante español habría colaborado, algo nunca ratificado, hasta que mucho tiempo después su líder Ian Hill comentaría que en Bahamas el madrileño había asistido a la grabación y les pidió participar en “Prisoner Of Your Eyes”, a la que calificaba de “bolero eléctrico”. Pero nunca llegó a concretarse.
Diez años después del show en D. C., en 1994, Julio edita su álbum “Crazy”, en el que graba versiones de algunos hits de diferentes autores de géneros diversos. En ese listado sorprende con “Fragile”, una canción de Sting. Cantada en inglés, muy al propio estilo, sin embargo no pasará desapercibido, aunque no figure en los créditos del disco, la reconocible voz del británico en los coros como así tampoco su participación haciendo el solo principal de guitarra. Cuando se lanzó como single, se grabó el videoclip correspondiente, y en él también volvió a participar Sting.
“Oye como va”, un mambo compuesto por el recordado Tito Puente, sin embargo alcanzó su pico de fama a través de la guitarra de Carlos Santana. En el mismo álbum “Crazy” Iglesias la recrea en una versión que no hace olvidar los arreglos del famoso violero mejicano.
Y por si hiciera falta un nexo más entre Julio Iglesias y el rock, hay unas cuantas versiones de sus mayores éxitos a cargo de conocidos representantes del género musical más rebelde. A continuación se citan algunos.
“La Carretera”, sonando como un reggae por Los Pericos. “Abrázame”, tanto por Antonio Birabent como por CAE en clave de jazz rock. “Soy un truhán, soy un señor”, que desde España ofreció varias versiones: Monos Violadores, Porretas y Doctor Explosión, una muy ultra rockera.
También se consigue en plataformas “La vida sigue igual”, por José Estragos, y “Quijote” por Los Enemigos, la madrileña banda de rock formada en 1985, que tras un impasse de diez años, en 2002, volvieron en 2012 para continuar su derrotero.
No menos llamativas son las participaciones de Julio Iglesias con dos caracterizados autores e intérpretes. La primera, haciendo “Y nos dieron las diez”, en solitario y también con Joaquín Sabina, de quien ya hemos explicado en esta Columna que tiene méritos propios como para formar parte del index rockero. La otra, la más reciente, luego de haber grabado juntos el corrido mejicano “Juan Charrasqueado”, es “Bohemio”, con el argentino Andrés Calamaro, para decir, muy abolerados, “Te quiero porque a pesar de todo me vas a seguir queriendo un poco más. Permite que me saque el sombrero para saludarte, Libertad. …Primero sé que voy camino a nada, pero a veces nada importa, y naufragás”.
Queda claro que el rock siempre será una tentación para cualquiera. Aunque se llame Julio Iglesias y nos resulte más fácil recordarlo cantando eso de “Me basta tu mirada para comprender que tú te irás. …Como si me quisieras hoy igual que ayer, abrázame”. De vez en cuando romanticismo y rock se dan la mano.
