lunes, diciembre 4, 2023
10.3 C
San Pedro

Rock, Política y Elecciones

Tenés que leer..

Por Ernesto Edwards / Filósofo y periodista @FILOROCKER

Rock y política siempre vinculados. Más ahora, que el domingo se vota

Cada cuatro años disponemos en Argentina de la saludable posibilidad de elegir una fórmula presidencial, con esa extraña y contradictoria cuestión de que debemos ejercer, obligatoriamente, un derecho. Como sea, se trata de pensar bien el voto. Aunque algunos piensen, como los de La Renga: “No me convence ningún tipo de política. Ni el demócrata ni el fascista. ¿Por qué me toco ser así? Ni siquiera anarquista…” Porque si el rock te representa puede que te pase eso de “Yo veo todo al revés, no veo como usted. Yo no veo justicia, sólo miseria y hambre. O será que soy yo, que llevo la contra como estandarte…”

La política tiene sus bases en la Grecia clásica. Y autores que le dedicaron, desde entonces, textos reveladores. Cronológicamente, los más destacables son Platón con “La República”, Aristóteles con la “Política”, San Agustín con “La Ciudad de Dios”, Maquiavelo con “El Príncipe”, Hobbes con “Leviatán”, Locke con “Tratados sobre el gobierno”, Montesquieu con “El espíritu de las leyes”, Rousseau con “El Contrato Social”, Hegel con “Filosofía del Derecho”, Adam Smith con “La riqueza de las naciones”, y Stuart Mill con “Sobre la libertad”. Después vendrían todos los contemporáneos, cada uno con su librito. Pero los grandes maestros ya habían dejado su enseñanza. 

Desde Aristóteles sabemos que el ser humano es un “animal político”. También que la política bien puede ser, con determinados fines y en función de lo social, el ejercicio del poder. Y que primero se debe conquistarlo a través de la praxis. Cómo se lo entienda y qué se hace con él ya es cuestión de cada político. Y de cada uno de nosotros, saber elegirlos. Porque un poder sin ética, sin vocación de servicio, sin sensibilidad social, inevitablemente desemboca en un ejercicio perjudicial y cuestionable. Y en material crítico de alta inestabilidad.

En el universo del rock, si bien la preocupación sobre la política es mundial, podríamos explicar satisfactoriamente este fenómeno desde sus textos tan sólo apelando a lo que llamamos rock nacional. Siempre con una mirada crítica. No es casual que nuestros principales rockers se hayan dividido entre los dos candidatos para esta segunda vuelta.

“Che, Pibe, Vení, Votá”, de Raúl Porchetto, con ironía expresa pesimismo acerca de la política, en momentos de su reanudación, a comienzos de los ´70. “Con cuerpo y mente joven, siempre que acates decisiones, en un buen rol podrás actuar. En la emergencia nacional la juventud es primordial. Che, pibe, vení, votá. Esencia y moral es bueno, pero de golpe no podemos el país así cambiar. Conformate con algún puesto. Sos joven para entender esto”.

En “Presidente”, Moris entabla un duro e imaginario diálogo con un primer mandatario argentino. “…A contarle cómo siente y cómo piensa este ciudadano común y corriente. ¿Qué hacemos con las guerras y los delincuentes? Si asaltan diez mil bancos y matan inocentes. El mundo quiere hoy un Dios inteligente. ¡Hola, presidente! Vengo de Madrid. Qué lujo, qué belleza, qué honestidad y decencia. ¿Cuándo va a acabar con el verso cruel?” 

Miguel Mateos, en “Un poco de satisfacción”, proclamaba: “Quiero votar dos presidentes. Quiero un país muy muy diferente. No aguanto más tanto dolor”. Ya desde otra perspectiva, en “Cuando seas grande”, preguntaba: “Nene, nene, ¿qué vas hacer cuando seas grande? ¿Estrella de rock and roll, presidente de la Nación? Nene, ¿que vas hacer cuando alguien apriete el botón?”

León Gieco, en “Los Salieris de Charly”, advertía, aunque en vano: “Queremos ya un presidente joven que ame la vida, que enfrente la muerte. La tuya, la mía, de un perro, de un gato, de un árbol, de toda la gente… Dicen ´la juventud no tiene para gobernar experiencia suficiente´. Menos mal, que nunca la tenga: Experiencia de robar. Menos mal, que nunca la tenga: Experiencia de mentir”.

“Políticos”, de Todos Tus Muertos, no los deja bien parados: “Sos chupasangre, con los colmillos afilados. Quieren buscar lo que es bueno, lo que es malo. Falsas promesas causan gracia, nada más. Nunca les creas, nunca dicen la verdad”.

Con “La excepción” Gustavo Cerati denuncia a cierta clase de personas. De políticos: “Quiero ser lo que te hace más feliz… Este amor es la mejor cara del poder. Y estás cansada de poner el dedo en la llaga… Este tiempo llegó para ahogar a la bestia. Todo acaba bloqueado, entre tanta histeria. Hoy hagamos la excepción de romper las regla. Tanto hambre sin satisfacción, satisfacción. Hoy hagamos la excepción de estirar la cuerda. Y que durar sea mejor que arder. Mecanismos de ilusión. Todo el mundo, nena, es impostor”.

En “Salir al sol” Fito Páez propone, esperanzado: “Hay que salir a pelear. Hay que salir a luchar. Hay que volver a encontrar todas las cosas divinas. Defender el lugar. Tenés que hacerte valer. No sos un trapo de piso. Hoy decidís un país. Podes cambiar este gris. Ahora, o no lo haces más. Es el momento, mi amor. Hay que volver a empezar. Hay que volver a soñar”.

“Nadie fue” y todo el desaliento de Las Pelotas: “Ya se acabó, la verdad está en los hechos. ¿Cuándo fue que empezó? ¿Dónde están todos los sueños? Es así como quisieron que estemos hoy”. También con “Esperando el milagro”, su desconfianza hacia el poder judicial: “Sin darse vuelta. Lejana intuición. Porque tenías razón. Dentro del palacio los jueces se ríen de vos”.

En la misma dirección, con “HDP” Guasones se expresan con un interlocutor reconocible: “Tus promesas las escuché. Tus mentiras creo que también. Sos un dandy, mirá cómo vas. Mientras afuera el pueblo se muere de hambre… ¡No quiero volver a ver una ciudad bajo el agua!”

Con “Las cuadreras políticas” Los Alonsitos parecen estar hablando de los televisivos debates presidenciales: “Vaya eligiendo su candidato. Vaya pensando cuál es mejor. Mal que mal conocemos los postulantes. Se barajan los nombres del ganador. Se nota que alguno es improvisado. Se nota que el otro se preparó”.

Claro que cada tanto, cuando la insatisfacción se generaliza, se desempolva esa canción de tablón de la Bersuit: “Volvió la mala, fue corta la primavera. Cerdos miserables comiendo lo que nos queda. Se llevaron la noche, nuestra última alegría. Gente poniendo huevo para salir de esta ruina. ¡Se viene el estallido! De mi guitarra. De tu gobierno, también”.

Para completar el catálogo de rock y política, tres clásicos indispensables: “La gente del futuro” (Miguel Cantilo): “¿Y dónde están ahora los filósofos críticos? Tiñendo sus palabras de intereses políticos”. “Cerca de la revolución” (Charly García): “Y si mañana es como ayer, otra vez. Lo que fue hermoso será horrible después. No es sólo una cuestión de Elecciones…” Y todo el disco “Oktubre” (Redondos).

Cerrando, el Premio Nobel del Rock, Bob Dylan, con “Political World” dio cátedra sobre el tema: “Vivimos en un mundo político. El amor no tiene lugar. Estamos viviendo en tiempos donde los hombres cometen crímenes. Y el crimen no tiene cara. La sabiduría es arrojada a la cárcel. Se pudre en una celda. Vivimos en un mundo político. Donde la misericordia camina por el tablón. El coraje es cosa del pasado… El día siguiente podría ser el último. Estás entrenado para tomar lo que parece la salida fácil. Vivimos en un mundo político. Donde la paz no es bienvenida”. Sí, el viejo filósofo del rock siempre tiene razón.

Últimas noticias

¿Podemos publicar un anuncio en Facebook con un enlace de afiliados de Amazon?

A veces, alguien compra algo con nuestro enlace de afiliados de Amazon, y si la cosa es carilla, lo...

Más noticias como esta