La muerte de Juan María Traverso, dejó al automovilismo argentino sin uno de sus grandes referentes. Es que el Flaco fue un verdadero prócer para todos los fierreros y este domingo tuvo homenajes a la altura de lo que fue. Primero en el Autódromo de Termas de Río Hondo, donde se llevó a cabo una emotiva jornada del TC. Y luego recibió el último adiós en su Ramallo natal.
Familiares, amigos y viejos compañeros de carreras se acercaron a la Parroquia Cristo Salvador y despidieron a la leyenda.
Además de las lágrimas por la pérdida del Flaco, también abundaron los gratos recuerdos y las anécdotas. Como lo hizo Nicolás Iglesias, último acompañante campeón en el TC en 1999: «Yo era el espectador número uno de la magia que tenía en el auto de carrera. No me arrepiento del tiempo que pasó porque lo aproveché al máximo. Lo voy a extrañar mucho».
Ni el frío ni la lluvia impidieron que cientos de personas le den su merecida despedida en su ciudad. El velatorio se llevó a cabo desde las 13.00 hrs y hasta las 18.00 para que sus familiares y seres queridos como asi también sus seguidores pudieran darle el último adiós.