Por Ernesto Edwards/Filósofo y periodista @FILOROCKER
Con “Intensa-Mente 2” aún en cartel en numerosos países, analicémosla
Karl Jaspers afirmaba que “la búsqueda de la verdad, y no la posesión de ella, es la esencia de la filosofía”. Será por eso que en el universo filosófico son más importantes las preguntas que las respuestas. Lo que reforzaba Carl Jung al asegurar que una pregunta bien formulada lleva en sí misma la respuesta. Tampoco es menor que Jostein Gaarder decía que “la filosofía nació en los mercados de las ciudades – estados griegas. Pero la filosofía también nace en los jardines de la infancia”. Es decir que filosofar lo podemos hacer todos, no sólo sin importar especificidades en la formación intelectual y en el rango social sino que también se puede reflexionar a cualquier edad. Incluso en la infancia.
Ello significa que puede hablarse de una filosofía para niños. Lo que es posible hacerse a partir de numerosas herramientas didácticas. Recordemos que ya en el siglo pasado Matthew Lipman desarrolló su idea de la clase como comunidad de indagación, la que se describía como un espacio – tiempo de encuentro con el otro para trabajar cooperativamente en busca de la verdad. Encuentro que es flexible, promoviendo interrogantes y dudas, y facilitando la formulación de hipótesis, en un marco de respeto mutuo en las interacciones de un diálogo fecundo.
En 1999 el autor de esta nota publicó, junto a Alicia Pintus y Eve Baili, el libro “Filosofía Apta Para Todo Público. Chicos y grandes pensando juntos”. En el mismo, entre otras innovaciones, se proponía descubrir junto a los niños el mensaje filosófico subyacente en el cine, considerado prejuiciosamente comomeramente infantil.
Por aquellos días nuestra selección de filmes filosóficos incluía como los más destacados del género de animación “El Rey León”, “Toy Story”, “HormiguitaZ”, “Anastasia”, “Mulan” y “Bichos”, entre otros. Hoy no podrían faltar, de las más recientes, “Buscando a Nemo”, “Coco”, “Soul” y “Luca”. Y, claro, el listado podría ser numeroso.
Todavía en cartel, “Intensa-Mente 2” (Disney – Pixar), junto a su predecesora de 2015, reclaman su lugar en el de aquellas producciones que proponen una mirada más profunda de su contenido. No por nada a la primera llegó a utilizársela como exitosa ilustración cuando se buscaba explicar el concepto de “inteligencia emocional”.
Recordemos que la trama principal gira en torno a la niña Riley Anderson, quien irá creciendo y evolucionando con cinco emociones básicas, Alegría, Tristeza, Miedo, Enojo y Desagrado compartiendo la cotidianeidad desde su mente, una especie de cuartel general en el que pujarán por imponerse a la hora de guiar sus decisiones y sus relaciones interpersonales. Será en esta etapa temprana que Riley almacenará recuerdos en su memoria a largo plazo, los que configurarán cinco islas de recuerdos centrales que le darán marco a su personalidad.
A los 11 años dejará Minnesota y se mudará junto a sus padres a San Francisco, California, donde no la pasará bien. El nuevo hogar es feo, el camión de mudanzas se retrasa, su papá trabaja mucho y no está en casa, la pizza es desagradable y extraña jugar al hockey sobre hielo. Todo eso hace que predomine la Tristeza y que intente volver sola a su ciudad natal. Pero el paso del tiempo parece arreglar todo y ya a los 12 se ha adaptado y sus cinco emociones básicas conviven razonablemente.
El notable éxito de “Intensa-Mente” contribuyó para que su secuela, nueve años después, sea la película más taquillera de este año y la segunda de todos los tiempos en el género animación.
Ahora Riley está cumpliendo 13, y justo en la previa de comenzar la secundaria estará entrando en la pubertad, con todo el remolino de nuevas emociones que ello supone, agregándose a las cinco iniciales Ansiedad, Envidia, Vergüenza y Hastío, quienes confrontarán buscando imponerse a las primeras, provocando un caos mayúsculo, en vísperas de un campamento estudiantil que puede definir cómo serán sus próximos años de escuela, entre la pérdida de algunas amigas y el conocimiento con otras, su inclusión o no en el equipo de hockey, su acercamiento a la alumna estrella del instituto, y cómo seguirá el vínculo con sus progenitores.
Ansiedad no siempre es buena consejera, y puede poner en peligro el Sentido de Identidad de Riley. Aunque después comprenderemos que anticiparse imaginariamente a los hechos puede servir para la vida. Mientras tanto, Alegría y las más viejas harán todo lo posible para que no se desmorone en un océano de inseguridades. Y de ansiedades descontroladas. Incluidas aquellas que pueden ser paralizantes. Todo lo que llevará a la configuración de un nuevo Sentido de Identidad. Claro que durante el filme aparecerá el Profundo Secreto Oscuro de la protagonista, y el paquete de emociones de cada uno de sus padres. Y también el anticipo de otra emoción, Nostalgia, que será despedida rápidamente por haber adelantado su presentación.
Como apuntes, vale decir que en el marco del grupito de la alumna destacada y popular Val Ortiz no pasa desapercibida la intención de naturalizar algunas cuestiones que contemporáneamente son consideradas como políticamente correctas. Y ello es un punto en contra. Para los que la vieron en versión original con subtítulos, tuvieron el plus de la encantadora Phyllis Smith en la voz de Tristeza. También merece destacarse la mención al trabajo de la interpretación de los gestos según Paul Ekman. Y atención: miren la peli hasta el final de los títulos: puede haber sorpresas.
Vayamos a la propuesta de este artículo. ¿Pueden ver “Intensa-Mente 2” los niños, aún los más chiquitos, nada más que por entretenimiento? Claro que sí, porque la película es llevadera, graciosa, ingeniosa y de ritmo ágil y vertiginoso. ¿Pueden estos mismos niños, por sí solos, acceder a interpretaciones diversas y a que la película sea un disparador para reflexiones que podríamos considerar de contenido filosófico? Probablemente no. Siempre hará falta, por lo menos inicialmente, aquel maestro, aquella guía, que sepan orientar esos diálogos provocadores de los cuestionamientos más profundos. Siempre con amor, desprendimiento y respeto. Tal como relataba Ricardo Soulé en “Mi Gabriel” sobre su vínculo con su pequeño hijo de 5 años: “Gabriel habla conmigo, y crece más rápido que el mar. Gabriel hace preguntas que yo no sé si puedo contestar. ¿Dónde nace el viento? ¿Y las nubes dónde van?”
FICHA TÉCNICA
“Intensa-Mente 2” (USA, 2024)
Dirigida por Kelsey Mann
Con A. Poehler, P. Smith y L. Black
Género: animación – Duración: 94´
Calificación: muy buena