Por Ernesto Edwards/Filosofo y periodista @FILOROCKER
LongLegs” es un estreno que los amantes del thriller de terror deberían ver
El de “asesinos seriales” bien podría ser un subgénero cinematográfico dentro del género policial. Una temática que aún con el paso de los años y los filmes parece no agotarse. Porque tienen el atractivo extra de ser todo un desafío para los investigadores. Y también para los ávidos seguidores de estas historias. Mucho más si ha pasado el tiempo y no han podido ser apresados. Y lo peor: ni siquiera descubiertos.
Son crueles, despiadados, a veces sofisticados. Y lo más preocupante: en ocasiones tienen tanto brillo intelectual, que abruman. Su perversidad va por el lado de la repetición de un ritual criminal, mezclado de misterios e interrogantes, y atravesados por un narcisismo brutal que se regodea en el terror que provocan cuando irrumpen, y en ese miedo anticipatorio que asfixia y no deja ni vivir en paz ni pensar con claridad.
No menos relevantes son en estas historias los policías que se concentran en su búsqueda. Los hay de todo tipo: veteranos retirados que vuelven a la actividad ante la menor sospecha de que el patrón criminal se ha reiterado. O jóvenes sin grandes antecedentes que están teniendo un golpe de suerte y el caso les cae de regalo. Personajes que suelen obsesionarse -y cómo-, convirtiendo esa actividad en el objetivo principal de sus vidas, archivando y almacenando secretamente un caudal de información que no comparten con nadie. Hasta que algo inesperado sucede. Porque de eso se trata la narración cinematográfica: esperar que algo pase. Y contarlo de la manera más atractiva posible. Cada cual tiene sus propios recursos a la hora de dirigir.
Probablemente cuando pensamos en asesinos seriales lo asociaremos con algunos célebres personajes: Norman Bates, el de “Psicosis” (1961) del Maestro del Suspenso Alfred Hitchcock, compuesto por un icónico Anthony Perkins; y Hannibal Lecter, con varios actores encarnándolo, pero con el celebrado Anthony Hopkins como el más destacado en esa saga que tuvo como nave insignia a uno de los mejores filmes de la historia: “El silencio de los inocentes” (1991), rol que le valiera el Oscar, con este agregado: la figura del asesino era tan magnética que le alcanzó con poco más de media hora en pantalla para acaparar gran parte de la atención. Claro que no hay que quitarle méritos a una joven Jodie Foster en el protagónico femenino, que provocaba que salieran chispas cada vez que ambos se cruzaban.
Un detalle no menor es que el guionista y director de “Longlegs” es Oz Perkins, el hijo del citado Anthony. Quien seguramente aprendió el oficio desde muy chico viendo a su padre en recurrentes papeles del género.
Nicolas Cage (EE. UU., 1964, ganador de un Oscar como actor protagónico), quien durante años arrastró el lastre de ser más conocido por ser sobrino del reconocido realizador Francis Ford Coppola antes que por su talento actoral, está teniendo una intensa racha de filmaciones recientes: “El hombre de los sueños”, “Arcadian”, “Plan de retiro”, y “The surfer”, entre otras en no más de una temporada laboral, lo muestran en su plenitud actoral, que no siempre ha sido reconocida con justicia. “Longlegs” es un ejemplo más de cómo a una película que bien podría ser una más de su tipo, su actor protagónico hace que se destaque. Por supuesto que Cage no actúa solo. Pero es el más relevante del elenco, aunque Maika Monroe (EE. UU., 1993) no desentona.
Bien podría decirse que “Longlegs”, que lleva como subtítulo “Coleccionista de almas”, es una producción encuadrable también en el cine de terror. Los efectos y reacciones que provoca en gran parte de la platea así lo confirma. El planteo inicial mostrará a una agente del FBI comisionada para ubicar a un asesino serial, de características ocultistas y que bordea lo sobrenatural, quien con el correr de la historia irá descubriendo que hay algo más que no termina de discernir en ese involuntario vínculo que parece tener con el criminal.
A Lee Harker, de ella se trata, se le ha encargado develar un caso irresuelto. El de un asesino serial nunca descubierto. Ambientada en Oregon en los ´90, veremos en un flashback de dos décadas atrás como alguien retrata con una Polaroid a un misterioso hombre completamente maquillado. Veinte años después, veremos cómo el caso está compuesto no sólo por varios asesinatos sino que fueron acompañados de suicidios. Son padres que asesinan a su familia, luego de lo cual se suicidan, dejando una nota firmada por “Longlegs”, con una caligrafía ajena a los muertos, y con complejos mensajes cuyo código todavía no se ha descubierto. Hasta que aparecerá un patrón que se reitera sin fin: hijas de 9 años nacidas un día 14 en el mismo mes en que eran asesinadas, con menos de una semana antes o después del día de sus cumples.
También habrá muñecas que emiten mágica y misteriosa energía, y todo hace pensar que estamos en presencia de un adorador de las tinieblas. No conviene contar mucho más. Sería adelantar demasiado y revelar un secreto antes de tiempo. Que obviamente lo hay. Sí conviene destacar el adecuado diseño de producción, la buena ambientación, la acertada fotografía, una musicalización que acompaña cada momento y sobrias actuaciones que saben responder al tono de cada escena. Sí quizás el maquillaje del protagonista adolece de alguna deficiencia, que aliviana el misterio y la incomodidad que se espera provoque. Y el guión no termina de redondear las explicaciones debidas.
Un curioso detalle que puede sorprender a algún plateísta desprevenido tiene que ver con la música seleccionada. Suena T. Rex, y mientras escuchamos “Fire Fire Fire, Hiss”, si prestamos atención a la letra (cantan en inglés), escucharemos “Ella usó mi cabeza como un revólver”. Sí, así, textual. Como en el “homenaje” que muchos años después haría Gustavo Cerati con su famosa canción del mismo nombre.
Es una película para ver en el cine. Por lo menos la primera vez. Todos vemos muchas en casa, entre tantas plataformas virtuales que existen. Pero la experiencia de la sala cinematográfica no tiene comparación. Especialmente cuando lo que vamos a ver es un buen entretenimiento.
FICHA TÉCNICA
“LONGLEGS” (USA, 2024)
Escrita y dirigida por Oz Perkins
Con N. Cage, M. Monroe y A. Witt
Género: thriller, terror
Duración: 101´ – Calificación: buena