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El Joker, delirios de amor y locura

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Por Ernesto Edwards/Filósofo y periodista @FILOROCKER

Esta secuela no es mejor que la primera pero es un muy buen filme

Exactamente cinco años después del estreno de la consagratoria película “Joker”, que convirtiera al por entonces ya afamado y exitoso Joaquín Phoenix en un actor favorecido tanto por público como por la crítica, subió a las carteleras de todo el mundo “Joker 2: Folie a Deux”, una continuación sui generis que pone a prueba a los espectadores para tratar de establecer cuál es el universo del discurso del promedio, y si están preparados para ver y analizar esta secuela. Y también para intentar descubrir el porqué de tanto ensañamiento hacia el filme por parte de una crítica supuestamente especializada.

El autor de esta nota tiene un bien fundado prejuicio contra las películas musicales. Las considera propias de un género menor que siempre fue usado por el establishment norteame ricano como herramienta para distraer a la gente de problemas cotidianos y situaciones límites. No es muy difícil revisar la historia del cine para comprobarlo. Cada vez que Estados Unidos aparecía participando de alguna conflagración bélica, el género resurgía y hasta era promocionado desde las esferas oficiales, impulsando a las mismas a los grandes premios y festivales cinematográficos. El último gran ejemplo fue “Chicago”, un infumable musical que termina premiado con el Oscar a la mejor película justo después del atentado a las Torres Gemelas en 2001, y del inicio de la guerra con Irak.

Dicho ello, y aún por sobre el natural rechazo por este tipo de realizaciones en las que los protagonistas terminan, de la nada, cantando y bailando, “Joker 2” es una muy buena película. No se entiende tanto hateren las redes y las numerosas críticas negativas enmarcadas en reconocidos medios gráficos del mundo, que sólo evidencian superficialidad en el abordaje. Es como si hubieran ido al cine convencidos de que no les iba, o no les tenía que gustar. O que les resintiera y provocara odio que haya aparecido una mujer a la par del protagonista masculino. Del modo que sea, tamaña aversión a priori seguramente provocará una merma en la recaudación de un filme que, por cierto, tuvo un costo bastante caro: 200 millones de dólares, con mucho de ello gastado en los contratos de los protagonistas.

Quizás se jugó mucho con las expectativas, haciendo pensar que esta secuela sería sólo una continuación de la primera. Lo es en cuanto a temporalidad. No por nada se alude permanentemente a que el Joker tuvo una película que vio y fue del agrado de casi todo el mundo.

Incluso resultó inevitable el regreso del personaje a las concurridas escalinatas del Bronx neoyorquino, esas que visitamos todos los que pudimos, recordando las icónicas escaleras por las que el Joker hizo su inolvidable coreografía. En su regreso a ella se esperaba que volviera a hacer lo mismo. Pero sólo fue el lugar de despedidas y adioses, reales o imaginarios, algo que es un tema de debate.

Antes de entrar en detalles, digamos que Joaquín Phoenix tiene otra actuación memorable, a tal punto de que no es una buena propaganda para una campaña en contra de los cigarrillos: muchos se maravillan tan sólo de ver cómo el actor los fuma. Y también que Lady Gaga no es Margot Robbie a la hora de hacer de Harley Queen, pero se come la pantalla en cada escena que aparece, con tanto talento para cantar y tanta intensidad para actuar.

“Joker 2” es una acertada superposición de géneros cinematográficos: es un musical, es un drama, y es una clásica película de escenas tribunalicias. Es también una especie de suicidio comercial. Porque es audaz, transgresora, violenta, heterodoxa, revulsiva y para nada complaciente al no claudicar buscando aprobación.

Es que se trata de un personaje que será juzgado por cinco resonantes crímenes, que en realidad fueron seis porque también había asesinado a su madre, pero nadie se había enterado. Todos cometidos en Ciudad Gótica en la primera entrega. Arthur Fleck, es decir el Joker, inicialmente apunta a argumentar que es un esquizofrénico con doble personalidad, con la intención de convencer al jurado de que el asesino fue el fallido bromista y así poder evitar la pena de muerte. Pero quizás una cuota de descontrolado narcisismo lo inclinará por ocultar una humillante historia personal de infancia abusada, de traumas infantiles y absoluta inexperiencia sexual. Le parece un precio muy alto. Y como toda estrella, se debe a su público, numeroso, por cierto.

El filme, sin contar los créditos finales, dura poco más de dos horas. Quizás le estén sobrando algunos minutos. Porque el planteo inicial se desplegó rápido y la presentación de nuevos personajes no requirió un gran esfuerzo. Harley Queen está en la misma reclusión psiquiátrica que Fleck, quien cuando la conozca sentirá el impacto de un flechazo irrefrenable, sin saber que ella le oculta datos e intenciones. Pero eso no impedirá grandes momentos a la hora de interpretar recordadas canciones de la historia del cine, versionando a Sinatra, la Streisand y Bee Gees, entre otras grandes estrellas. “To Love Somebody” es sublime, “That´s Life” es inolvidable, y “Cuando los Santos Vienen Marchando” se convierte en un himno.

Se dice que tanto el personaje como la actuación de Lady Gaga está desaprovechada al no tener un gran desarrollo, sin correspondencia con lo que sucede en la historia del comic. Es cierto que Gaga, una gran cantante, podría haber tenido un lucimiento mayor, pero también consideremos que la mayoría de las canciones fueron grabadas por ella en vivo, al momento de la filmación de cada escena. 

“Folie a Deux” vuelve a mostrar a Phoenix en todo su esplendor actoral. La fotografía desborda belleza aún en los momentos más oscuros, entre las fantasías del Joker y una Gotham permanentemente sombría. Y deja pensando eso que tanto se dice acerca de que Todd Phillips, el director, buscó alejar al personaje de la idolatría que despertó con la primera película, por el temor de que sus acciones generaran algún tipo de contagio.

Es inevitable la tristeza como saldo emocional de un filme que mostró a un loco que quiere dejar de serlo, y que tal como generalmente sucede en la realidad, nada puede terminar bien, con un final que desata polémica. De cualquier manera, “El Joker” es una muy buena película que merece verse.

FICHA TÉCNICA

“Joker 2: Folie a Deux” (EE. UU., 2024)

De Todd Phillips – Duración: 138´

Con J. Phoenix y Lady Gaga

Género: drama, musical

Calificación: muy buena

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