El número 13 ha sido históricamente relacionado con la mala suerte y en la Fórmula 1 no es la excepción. Aunque los pilotos pueden elegir el dorsal que quieran del 2 al 99, sacando el 1 debido a que está reservado al campeón, desde hace diez años que nadie ha querido usarlo.
En el pasado sí hubo algunos que se animaron a utilizarlo y no terminó de buena manera. La maldición comenzó en 1925 cuando Paul Torchy lo eligió corriendo para Delage y cuando participó del Gran Premio de San Sebastián chocó contra un árbol y perdió la vida. Un año después, ocurrió lo mismo con Giulio Masetti que sufrió un accidente fatal tras quedar atrapado en su monoplaza que quedó bocabajo.
Luego de estos hechos, solo otros cuatro los que han llevado este número. El primero fue Paul Torchy en el 1953 y aunque en su caso no fue tan dramático como los otros dos, se le atribuyó la mala suerte debido a que no pudo clasificarse a la carrera del GP de Alemania, la misma suerte tuvo Divina Galica en el GP de Gran Bretaña 1976.
Al mexicano Moisés Solana pareció no importarle y aunque logró comenzarla no pudo terminarla por una falla en el motor que hizo arder el auto y lo hizo abandonar a siete vueltas del final. La última vez que alguien lo utilizó fue para las temporadas 2014 y 2015, fue el venezolano Pastor Maldonado quien agregó el número maldito en su Lotus y se convirtió en el único que sumó puntos con ese dorzal, lo hizo en siete oportunidades y en ninguna pasó el séptimo puesto.