La vice, que apareció «decapitada»en la mayor parte del discurso presidencial, cuidó cada gesto con Milei para no agravar la tensión ya conocida, pero cometió un error al creer que el discurso había terminado y debió disculparse. «No te apurés…», le dijo el presidente.
«Habiéndose cumplido el objetivo de esta solemne asamblea, queda levantada la misma…», señaló, protocolar, Victoria Villarruel, mientras sonaba el enésimo aplauso libertario en el Congreso. Pero apenas terminó de escucharse esa frase, el presidente Javier Milei se dio vuelta rápidamente y repitió dos veces «no terminé…», lo que generó un momento incómodo, y la vice entonces señaló «perdón, perdón…», dando lugar a que Milei completara su mensaje, al que agregó el habitual ‘Viva la libertad carajo…».
Fue una Asamblea difícil para Villarruel, que casi no cruzó palabras con el mandatario desde que ingresó, cuidó cada detalle que pudiera valerse nuevas rispideces y se paró sin hablar mientras Milei firmaba los libros respectivos. Luego, ya en la sesión, desde la televisación oficial el plano de cámara que tomó al presidente durante la mayor parte de su discurso «decapitó» a la vice, cortándola y solo se la veía detrás hasta la altura de los hombros.
En el caso puntual de la desprolijidad que representó dar por terminaba la Asamblea cuando a Milei esperaba dar su enfervorizada arenga final, debe decirse que la «culpa» de Villarruel fue indirecta, ya que que el asistente que estaba sentado a su derecha, una vez que Milei pronunció la frase de que dejaba inaugurado el período de sesiones, le indicó a la vice que habilitara su micrófono y cerrara la sesión.
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La vice dudó un segundo, los aplausos de la bancada oficialista y de los militantes desde los balcones seguían, pero el asistente volvió a indicarle que abriera su micrófono, y entonces si la vice pronuncio la frase que generaría la desprolijidad del final. «No terminé», dijo Milei dándose vuelta, y agregó «no te apurés…». «Ah, perdón, perdón», repitió entonces la vice, que miró con cara de pocos amigos al asistente a su derecha, recriminándole con ese gesto que la había hecho cometer ese error.
Fuente:Perfil.com
