La lucha contra el extremismo continúa.
En la última década se ha hablado mucho del “extremismo ideológico”, tanto de izquierdas como de derechas. Y el gobierno a menudo ha dicho que las creencias políticas retorcidas son las que alientan a los estadounidenses a cometer actos de violencia. Pero bajo el nuevo gobierno de Trump, ahora parece que el objetivo son las personas que no creen en absolutamente nada.
El periodista independiente Ken Klippenstein escribe que el gobierno tiene un nuevo objetivo en su guerra contra el extremismo: los nihilistas, y más específicamente los Nihilistas Violentos Extremistas o NVEs. Aparentemente, se designa así a los culpables de varios incidentes violentos. El término también se ha mencionado en varios casos judiciales recientes.
¿Qué significa realmente ser un “Nihilista Violento Extremista”?
¿Quiénes son los NVE? Es una buena pregunta. Y la respuesta es: cualquiera. Klippenstein señala que el término tiene una definición bastante amplia que puede aplicarse a toda clase de grupos que se consideren indeseables. Escribe que el término NVE:
…tiene la belleza de ser lo suficientemente elástico para aplicarse a personas o grupos en los que se centre la guerra, casi todo tipo de gente en esta nación. El nihilismo evita también las palabras oxidadas y problemáticas del pasado: subversivo, disidente, insurreccionista, revolucionario e incluso “antigobierno” (término de Biden).
Klippenstein escribe que la palabra se utilizó últimamente en el proceso judicial de Nikita Casap, un adolescente de Wisconsin arrestado en febrero y acusado de asesinar a sus padres. Las fuerzas del orden afirman que Casap también planeaba asesinar al presidente Trump para iniciar una guerra civil en EE.UU. Pero hipotéticamente, también podría aplicarse potencialmente el término NVE a personas como Luigi Mangione, el joven acusado de asesinar al CEO de UnitedHealthcare, o a cantidad de gente que últimamente fue arrestada por vandalizar o tirar bombas incendiarias contra Teslas, y a los zizianos.
Ha sido largo el camino a este nuevo lugar de las fuerzas del orden. Si bien siempre hubo “extremismo ideológico” en EE.UU. se convirtió en problema político en la era moderna durante los años de Clinton cuando incidentes como el de Ruby Ridge y el atentado de la ciudad de Oklahoma hicieron surgir el miedo al movimiento de las milicias de derecha. En los años de Bush, el 11 de septiembre dio lugar a una guerra contra el extremismo islámico, tanto en EE.UU. como en todo el mundo. Y durante los años de Biden el espectro del 6 de enero alentó al gobierno a declararle la guerra al “terrorismo doméstico”.
En pocas palabras, los gobiernos siempre encontraron razones para justificar el poder de su policía federal, aunque pocos han construido casos tan endebles como el de este nuevo término para inspirar temor.