La muerte del papa Francisco reavivó las escalofriantes predicciones de adivinos y pitonisas, uno de ellos fue el boticario francés, Nostradamus. Este personaje vivió entre 1503 y 1566 y escribió un libro llamado Las Profecías, en el cual, según quienes analizan sus textos, predijo catástrofes de la historia.
Si bien sus escritos son ambiguos, los fieles que lo siguen, aseguran que vaticinó las dos Guerras Mundiales, el asesinato de John F. Kennedy, los atentados del 11 de septiembre o la muerte de Isabel II, entre otros grandes eventos de la humanidad. Ahora, salieron a la luz alarmantes teorías sobre un anticristo y una tercera guerra mundial nuclear que sucederían después de la muerte del sumo pontífice.
Nostradamus escribió: “Por la muerte de un pontífice muy anciano, será elegido un romano de buena edad, de él se dirá que debilita su sede, pero mucho tiempo estará sentado y en actividad mordaz”, sus palabras fueron asociadas con la reciente partida de Francisco y con la posibilidad de que el próximo líder de la Iglesia católica sea un italiano.
Además, el adivino afirmó que “de él se dirá que debilita su sede”, por lo que sus analistas creen que el sucesor de Francisco podría impulsar reformas controvertidas en la Iglesia o enfrentar conflictos internos dentro de la institución.
Quiénes siguen con atención los escritos de Nostradamus creen que también se refirió a la posible llegada de un tercer anticristo: “No será el romano pontífice elegido ni cerca ni lejos se le prestará atención. Un joven de piel oscura con la ayuda del gran rey entregará la bolsa a otro de color rojo”, escribió.
En sus palabras interpretaron que el próximo papa podría ser el último antes del colapso del Vaticano por la llegada de un nuevo líder. Sus seguidores consideran que después del siguiente papa llegaría el fin de todo. Nostradamus escribió sobre tres anticristos; dos de ellos se cree que ya “aparecieron”. Napoleón fue uno y Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial fue otro. Además, los analistas del profeta creen que también predijo la llegada de una Tercera Guerra Mundial “nuclear”.
