Durante la semana pasada aparecieron gran cantidad de peces muertos en las orillas del Lago Municipal. Y el motivo fueron las bajas temperaturas que tuvimos en la región en los días previos. Recordemos por ejemplo que desde el lunes 30 de junio hasta el miércoles 2 de julio tuvimos por las mañanas temperaturas de 5 o 6 grados bajo cero mientras que por las tardes casi no superaban los 10 grados.
Cuando nos pusimos a averiguar los motivos, nos encontramos con el trabajo que realizó un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), a través del equipo de Miguel Mancini de la Facultad de Agronomía y Veterinaria; y del Instituto de Ciencias Veterinarias (Incivet), en colaboración con Fabián Grosman de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires, quienes detectaron y registraron numerosos casos de mortandad de peces en la provincia de Córdoba, con casos similares en el norte de Buenos Aires. Estos eventos ocurrieron durante y después de la reciente ola polar que azotó la región durante los primeros días de julio.
La UNRC lleva varios años investigando diversas mortandades de peces, algunas de ellas graves por la cantidad de ejemplares afectados, trabajando en conjunto con otras universidades; la Fundación Río Ctalamochita; organismos estatales; clubes y referentes de distintas partes del centro de Argentina.
La cantidad de ejemplares afectados varía significativamente según el tipo de ambiente (arroyo, río, laguna o embalse), su caudal, profundidad, características limnológicas y ubicación geográfica.
Por ejemplo aquí en el Lago de Colón, recordemos que el arroyo el martes 1° de julio llegó a congelarse de orilla a orilla, el dorado y el sábalo fueron las dos especies más perjudicadas, observándose la mayor cantidad de ejemplares muertos, lo que se atribuye a la acción directa de la baja temperatura que se mantuvo debajo de un determinado umbral térmico.
En los antecedentes de mortandades por frío, figuran en menor medida especies como el bagre, la tararira, la carpa, la vieja y el sabalito, entre otras.
Es importante destacar que la información sobre el dorado es acotada debido a su reincorporación más reciente a las poblaciones de peces en los ambientes del centro-sur de Córdoba y noroeste de Buenos Aires.
Los investigadores agradecen la indispensable colaboración brindada por Gonzalo Varela (Fundación Río Ctalamochita), Darío Pochyly (Colón), M. Garro (La Helvecia) y G. Tardella (Viamonte) en este nuevo estudio realizado.