Una llave de ajuste que perteneció a Ferrocarriles y Elevadores Eduardo Depietri fue cedida al Museo Paleontológico para su resguardo en el archivo de la institución. Después del desguace del emblemático ferrocarril, el objeto quedó en manos de Don Alberto Malacrida, quien era dueño del antiguo almacén de ramos generales que funcionaba en el sector de calle San Martín y el nuevo acceso al puerto.
Malacrida, no sólo proveía insumos y enseres a la firma, sino que le cocinaba diariamente a los empleados del ferrocarril.
Luego del desarme de la empresa ferroviaria, algunos objetos quedaron en el almacén de Malacrida hasta el cierre de dicho comercio y luego pasaron a ser parte de algún rincón de recuerdos familiares.
En estos días, la Sra. María Inés Malacrida, se comunicó con el Grupo Conservacionista para dejar esta llave en guarda del museo.
El objeto mide 47 cm de largo y posee dos cabezas para ajustar grandes tornillos. Una es de forma octogonal, de 9 cm de diámetro; mientras que la más chica es hexagonal, de 5 cm de diámetro. Si bien ambas presentan signos de un uso importante, toda la llave está en perfecto estado de conservación.
De acuerdo al Centro de Estudios Históricos Ferroviarios, del Museo Nacional Ferroviario (CABA), consultado por el grupo Conservacionista, «se trata de una antigua llave de ajuste para grandes tornillos de las vías del ferrocarril, en muy buen estado de conservación».
Desde el Museo Paleontológico se agradece la amabilidad de la Sra. María Inés Malacrida por confiar el resguardo de este elemento que ahora se suma a otros aportados por vecinos o hallados por el grupo del museo.