Milei lanzó su campaña en Córdoba con críticas al kirchnerismo y sin propuestas concretas
El presidente Javier Milei eligió Córdoba para dar inicio a la campaña nacional de La Libertad Avanza, pero lejos de presentar nuevas propuestas, dedicó gran parte de su discurso a cuestionar lo que definió como “operetas armadas con audios, chimentos de peluquería e inteligencia artificial”.
Con tono irónico, calificó al kirchnerismo de “catadores de corrupción” y apuntó directamente contra Cristina Fernández de Kirchner, a quien volvió a señalar como símbolo de irregularidades en la obra pública. Incluso retomó la célebre alusión al “3%”, aunque el recurso exhibió desgaste y funcionó más como un gesto defensivo que como un mensaje de fuerza.
El mandatario buscó desacreditar las grabaciones y rumores que involucran a su entorno, pero al hacerlo terminó reforzando la percepción de que su gestión se mueve en un clima de sospecha. Al definir esas denuncias como “berretadas”, no despejó dudas ni instaló agenda, sino que se mostró más ocupado en desacreditar críticas que en rendir cuentas o proponer soluciones.
El acto cordobés, que debía relanzar a La Libertad Avanza con un tono propositivo, expuso las debilidades del oficialismo: un presidente que se refugia en la polarización con el kirchnerismo para sostener su narrativa, pero que empieza a encontrar límites en una sociedad que reclama respuestas concretas. La estrategia que no dio resultados en la provincia de Buenos Aires vuelve a repetirse de cara a octubre, con riesgo de encerrar la campaña en un círculo de acusaciones pasadas y defensas improvisadas.
