La industria profundiza la caída y el empleo sufre el mayor retroceso de la serie
La actividad industrial volvió a mostrar signos de deterioro en agosto. Según el último relevamiento del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU-UIA), la producción cayó cerca de 3% interanual, mientras que respecto de julio se mantuvo en los mismos niveles, tras una baja del 2,3% en ese mes.
El impacto se trasladó al mercado laboral: el 24,4% de las firmas redujo personal, el registro más alto de la serie. Por primera vez, los recortes superaron a la reducción de turnos. La contracción golpea con mayor fuerza a micro y pequeñas empresas, donde la brecha entre las que crecen y las que retroceden fue más pronunciada.
Costos, importaciones y demanda en retroceso
Entre las principales preocupaciones de los industriales volvió a destacarse la caída de la demanda interna (40,1%), en particular la vinculada a otras industrias (22,5%). A ello se sumaron la competencia de productos importados y el aumento de costos, con el laboral como el de mayor incidencia.
Más de la mitad de las compañías advirtió también un crecimiento de la oferta informal de productos similares, lo que profundiza la pérdida de mercado formal.
Financiamiento y pagos en tensión
El informe reveló que 44,1% de las empresas tuvo dificultades para cumplir con sus obligaciones (salarios, proveedores, compromisos financieros o impuestos). A su vez, 39,6% requirió financiamiento bancario, aunque el 42,8% no accedió al monto solicitado. Las trabas fueron más severas en PyMEs, mientras que las grandes compañías pudieron cubrir en mayor medida sus necesidades.
Expectativas en baja
Las perspectivas empresariales también se enfriaron: solo el 48,6% espera una mejora en su situación económica, frente al 57,8% del relevamiento anterior. La proporción desciende aún más al consultar por el sector (46,4%) y por el país en general (53,1%).
En definitiva, la encuesta refleja una industria que, tras el rebote de 2024, atraviesa un nuevo estancamiento y que recién proyecta alcanzar niveles óptimos de producción en 2026.