El Taller Protegido dio un paso histórico al realizar su primera venta de plantines cultivados bajo el programa Huertas Urbanas, una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Agrario coordinada localmente por la Dirección de Ambiente. Lo que comenzó como un proyecto de siembra a principios de año se convirtió en un símbolo de trabajo, inclusión y esperanza, con plantines que ya llegan a hogares y empresas.
De semillas a resultados concretos
Gracias a la propuesta de Verónica Vázquez y la dedicación de los operarios del Taller, las semillas iniciales dieron paso a una variedad de plantines, incluyendo tomates (redondos, Cherry y perita), lechuga, zapallo anco, repollo, acelga, morrón, romero y rúcula. Este esfuerzo colectivo refleja el potencial de transformar pequeños recursos en grandes oportunidades.
Una venta que marca un comienzo
La primera comercialización se llevó a cabo en AGRO BAYER S.A., donde los plantines fueron recibidos con entusiasmo. Esta venta no solo representa un ingreso económico para el Taller Protegido, sino también un hito en la integración de esfuerzos entre el Estado, el sector privado y las instituciones locales, consolidando una red que fomenta habilidades y promueve la inclusión.
Un círculo virtuoso para la comunidad
El programa Huertas Urbanas demuestra cómo la colaboración puede generar un impacto positivo. Más allá de los beneficios económicos, esta iniciativa fortalece la unión comunitaria y abre nuevas puertas para los participantes del Taller, consolidando un modelo de desarrollo sostenible que inspira a toda la región.