Tras su encuentro con Javier Milei en la quinta de Olivos, el expresidente Mauricio Macri manifestó su inquietud por la salida de Guillermo Francos de la Jefatura de Gabinete y cuestionó la designación de un sucesor “sin experiencia”. En un mensaje difundido en redes sociales, elogió a Francos como un dirigente “con capacidad y equilibrio” que aportaba “sensatez” al Ejecutivo.
Macri explicó que en la reunión analizaron los temas pendientes y evaluaron cómo “reforzar los equipos” de cara a la segunda etapa de gestión, aunque admitió que no alcanzaron coincidencias. Calificó la remoción y el nombramiento posterior como una decisión “negativa”, y sostuvo que la Jefatura de Gabinete demanda “experiencia en conducción política y coordinación”. En ese sentido, sugirió que el puesto hubiera sido más adecuado para alguien del entorno de Francos, como el presidente de YPF, Horacio Marín, a quien consideró con “mejores condiciones” para el cargo.
El exmandatario subrayó que la función del jefe de Gabinete resulta “clave para articular equipos políticos y de gestión en torno a una estrategia clara”, y advirtió sobre la continuidad de “tensiones internas no resueltas” en el oficialismo que podrían obstaculizar la hoja de ruta gubernamental.
Aunque evitó mencionar directamente a Manuel Adorni, su mensaje fue leído como un cuestionamiento implícito al nuevo jefe de Gabinete. Macri lamentó el escenario, pero afirmó que la Argentina atraviesa una “oportunidad histórica” a partir del respaldo electoral a Milei y del “apoyo inédito” de Estados Unidos. Aseguró no buscar beneficios personales y justificó su intervención en la necesidad de “preservar el futuro del país”, reavivando así el debate sobre el equilibrio interno de la coalición oficialista y su propio rol en la nueva etapa del Gobierno.




