Microsoft vuelve a mover las piezas en su modelo laboral. A partir de 2026, la compañía implementará una política global que exigirá a los empleados asistir al menos tres días por semana a las oficinas, desde su sede central en Redmond (Washington) hasta sus filiales en todo el mundo.
La medida, que busca “fortalecer los lazos” entre los equipos, ha generado debate dentro y fuera de la empresa, especialmente tras las declaraciones de su jefa de Recursos Humanos: “los trabajadores son más felices cuando están en la oficina”.
Vuelta al trabajo presencial: la nueva apuesta de Microsoft
De acuerdo con información filtrada por Business Insider, la decisión se discutió en una asamblea interna con empleados, donde los ejecutivos afirmaron que el bienestar y la conexión entre compañeros mejoran con la presencialidad.
El CEO Satya Nadella explicó que durante los años de teletrabajo masivo, especialmente durante la pandemia, se produjo una “erosión de los lazos sociales” dentro de la compañía.
“Los lazos débiles se debilitan y los fuertes se fortalecen, pero es difícil forjar nuevos lazos en remoto”, sostuvo Nadella, defendiendo la vuelta a la oficina como una necesidad para fomentar la innovación y la cultura corporativa.
Recursos Humanos: “Los empleados que van a la oficina prosperan más”
Amy Coleman, directora global de Recursos Humanos de Microsoft, reforzó el mensaje con datos internos.
Según la ejecutiva, los empleados que asisten tres o más días por semana a la oficina obtienen una “puntuación de prosperidad” más alta, una métrica que la compañía utiliza para medir el nivel de energía, empoderamiento y sentido del trabajo.
Sin embargo, Microsoft no detalló la metodología ni los criterios usados para calcular dicha puntuación.
La falta de transparencia en estos datos ha despertado críticas, especialmente considerando que diversos estudios independientes concluyen lo contrario: que el teletrabajo mejora la productividad y el bienestar de los empleados a largo plazo.
Un patrón global: las grandes tecnológicas contra el home office
Microsoft no está sola. Otras grandes empresas como Amazon, Meta y Google también han intensificado sus políticas de retorno al trabajo presencial.
Los argumentos son similares: fortalecer el espíritu de equipo, mejorar la comunicación y recuperar la cultura organizacional.
Sin embargo, la realidad es más compleja.
Numerosos reportes muestran un creciente descontento entre empleados, que perciben estas políticas como una pérdida de flexibilidad y confianza, especialmente en empresas que han mantenido beneficios récord y, al mismo tiempo, ejecutado despidos masivos.
El choque entre productividad y control
Detrás del discurso del bienestar, muchos analistas ven una estrategia de control corporativo más que un intento genuino de mejorar la felicidad laboral.
De hecho, una exdirectiva de inteligencia artificial de Microsoft afirmó recientemente que “no importa cuánto trabajes, la empresa puede arrasar contigo de un día para otro”.
Así, el debate sobre el futuro del trabajo en las grandes tecnológicas vuelve a abrirse:
¿buscan realmente mejorar la colaboración… o recuperar el control perdido con el auge del teletrabajo?
Lo cierto es que, para 2026, Microsoft habrá cerrado un ciclo: del entusiasmo por la flexibilidad remota al retorno casi obligatorio al cubículo.
Una decisión que marcará tendencia y podría definir cómo se trabaja —y se mide la felicidad— en la nueva era postpandemia.
Redacción del equipo de tecnología del Norte Bonaerense




