Tras el levantamiento del secreto de sumario, la Justicia reveló cómo operaba el presunto esquema de coimas que involucraría a funcionarios y empresas vinculadas a la provisión de insumos médicos.
La investigación por presuntas irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) avanzó un paso clave luego de que se abriera el expediente, donde aparecen pruebas que apuntan directamente a Diego Spagnuolo, exdirector del organismo. Entre ellas, hay videos de cámaras de seguridad, intercambios de mensajes y documentos que reconstruyen la mecánica del supuesto circuito de pago de sobornos.
Uno de los tramos más comprometedores muestra a Spagnuolo ingresando y saliendo de la vivienda de Miguel Ángel Calvete —un intermediario vinculado a laboratorios y proveedores farmacéuticos— con una mochila en la mano. Según la fiscalía, en ese contexto habría recibido al menos cinco millones de pesos en efectivo. El dictamen también describe múltiples irregularidades en la adjudicación de contratos para medicamentos y prótesis.
Las grabaciones se registraron poco después de un intercambio de audios entre ambos. En uno de ellos, Calvete le dice: “Coroa, escuchame… hablás con (Julio) Play y mañana a primera hora te lo manda a donde le digas, o mandale un fercho. Poné algún lugar disimulado, eso que me habías dicho, por un lado”. De acuerdo al expediente, “Coroa” sería el apodo con el que se identificaba a Spagnuolo.
La Justicia detectó además al menos cinco visitas de Calvete a la casa del exfuncionario en un country bonaerense, entre junio de 2024 y mayo de 2025.
En otro tramo de la evidencia, Calvete conversa con su pareja, Guadalupe Ariana Muñoz, a quien le pide fondos para “subir” el dinero a Spagnuolo. En ese chat hace alusión al “boludo del pelado que viaja a Israel y no tiene efectivo en pesos”, lo que —según la causa— estaría dirigido al presidente Javier Milei, quien viajó a ese país en ese período.
Muñoz habría cumplido un rol activo en el movimiento del dinero: manejo de efectivo, realización de transferencias, ingreso de fondos a la caja de seguridad de Calvete, pagos y recepción de cheques, y administración de recursos vinculados a las empresas involucradas.
Para la fiscalía, estos pagos funcionaban como condición para asegurar contratos estatales dentro de la ANDIS, un organismo clave en la provisión de insumos para personas con discapacidad.
“El organismo funcionó como una ventanilla de pagos millonarios, permanentes y direccionados, adjudicados mediante procedimientos que no garantizaban los principios de concurrencia, publicidad ni transparencia; con sobreprecios en beneficio de proveedores vinculados con los funcionarios; y, además, administrada o co-gestionada por actores externos con fuerte influencia en el sector de salud, especialmente droguerías y firmas de insumos de alto costo”, sostuvo el fiscal Franco Picardi.
La causa se inició tras la viralización de audios en agosto, donde una voz atribuida a Spagnuolo denunciaba un presunto sistema de retenciones del 8% en las compras públicas, supuestamente articulado por Eduardo “Lule” Menem —mano derecha de la secretaria general Karina Milei— y la droguería Suizo Argentina. Allí afirmaba: “A mí me están defalcando la agencia” y aseguraba tener “todos los WhatsApps de Karina” como respaldo.
Luego de la difusión de esos audios, Spagnuolo presentó su renuncia y la ANDIS quedó intervenida por el Ministerio de Salud, entonces a cargo de Mario Lugones.
