Nestlé, la mayor empresa de alimentación del mundo, ha anunciado un recorte global de 16.000 puestos de trabajo en los próximos dos años. La compañía argumenta que el ajuste forma parte de un plan de automatización y eficiencia operativa con el que busca reducir costes y “adaptarse más rápido a los cambios del mercado”.
La medida llega en un contexto de caída de ingresos, inflación en los alimentos y una transformación acelerada por la inteligencia artificial (IA) dentro de las grandes corporaciones.
Despidos masivos y reorganización global
Según el comunicado oficial, Nestlé eliminará 12.000 empleos administrativos y otros 4.000 en las áreas de manufactura y cadena de suministro.
El objetivo, según la empresa suiza, es simplificar la estructura interna y automatizar tareas repetitivas mediante herramientas de IA y sistemas de análisis avanzados.
“El mundo está cambiando y Nestlé necesita cambiar más rápido”, declaró el nuevo director ejecutivo de la compañía.
“Esto incluye tomar decisiones difíciles pero necesarias para reducir nuestra plantilla”.
La firma, conocida por marcas como KitKat, Nescafé y Nesquik, asegura que los despidos se realizarán “con respeto y transparencia”, aunque el anuncio ha generado inquietud en toda la industria alimentaria.
La automatización como estrategia de ahorro
El propio CEO de Nestlé explicó en LinkedIn que la empresa “simplificará su organización y automatizará sus procesos” para alcanzar nuevos objetivos de ahorro hacia 2027.
El uso de inteligencia artificial ya forma parte de su estructura corporativa: desde investigación y desarrollo hasta la optimización de promociones, descuentos y exhibiciones en tiendas.
La apuesta tecnológica busca compensar la caída del 1,9% en las ventas globales registrada durante los primeros nueve meses de 2025, que totalizaron unos 82.800 millones de dólares.
Aun así, las ventas orgánicas (sin contar cambios de divisas ni adquisiciones) crecieron un 3,3%, lo que indica que el negocio sigue activo, aunque bajo presión.
La inflación y los nuevos hábitos de consumo, el otro frente
El anuncio de los despidos coincide con un momento crítico para el sector alimentario.
En Norteamérica —su mercado más importante— los consumidores enfrentan precios cada vez más altos por la inflación y los aranceles, aunque el gasto se mantiene estable.
A esto se suma un cambio en los hábitos de consumo, con una preferencia creciente por productos naturales y menos procesados, lo que obliga a Nestlé a redefinir su catálogo y su estrategia de innovación.
IA y empleo: una relación cada vez más tensa
La decisión de Nestlé se suma a una larga lista de grandes empresas que usan la automatización como argumento para reducir personal.
El auge de la inteligencia artificial ha transformado oficinas y plantas de producción, generando eficiencia para las compañías, pero incertidumbre para millones de trabajadores.
Mientras tanto, los analistas advierten que esta tendencia podría acelerar la brecha laboral entre quienes logran adaptarse a la nueva economía digital y quienes quedan fuera del sistema.
Una compañía en plena transición (y con polémicas recientes)
El anuncio llega apenas semanas después de un cambio abrupto en la cúpula directiva:
Laurent Freixe, ex CEO de Nestlé, fue destituido por mantener una relación no declarada con una subordinada, en violación del código de conducta corporativo.
Su sucesor enfrenta ahora el desafío de reconstruir la reputación interna, mantener la rentabilidad y liderar una transición tecnológica que no destruya el tejido humano de la empresa.
Nestlé entra en una nueva etapa marcada por la automatización, los algoritmos y las decisiones difíciles.
Una señal de cómo incluso los gigantes tradicionales están cediendo ante la presión de la eficiencia digital.
Redacción del equipo de tecnología del Norte Bonaerense




