Con su actividad comercial en mínimos y un horizonte incierto, la compañía enfrenta dudas sobre el destino de sus plantas y la continuidad de su producción.
“La planta de Clason sigue prácticamente parada. No hay leche ni insumos”, afirmaron delegados gremiales semanas atrás, mientras aclararon que “en Lehmann y Suardi se trabaja con normalidad, aunque solo en producción para terceros”.
En esas plantas, la compañía elabora productos para otras empresas del sector, entre ellas Saputo y Punta del Agua.
Sin avances en una posible venta
Mientras intenta mantener algo de actividad, Lácteos Verónica sigue sin definir su futuro societario. La familia Espiñeira, propietaria de la compañía, no logra acordar los pasos a seguir ni concretar una eventual venta de activos.
En los últimos meses surgió como posible interesada la firma francesa Savencia, que controla en el país marcas como Milkaut, Santa Rosa, Ilolay, Adler y Bavaria, y que ocupa el tercer lugar en el ranking nacional de procesamiento de leche, con un volumen diario de 1,5 millones de litros.
Sin embargo, las diferencias internas entre los miembros de la familia Espiñeira frenaron cualquier avance en las negociaciones. Así, la emblemática láctea llega a fin de año con presencia comercial mínima, una deuda millonaria y su futuro cada vez más comprometido.
