El pasado 19 de octubre San Nicolás se encontraba revolucionada por el desembarco de una franquicia de comida rápida. Al día de hoy el furor todavía se percibe con largas filas de clientes que esperan llevarse sus combos en la vereda y en paralelo hileras de autos con la misma intención pero sin bajarse de su vehículo. Sin embargo, ese jueves la novedosa oferta gastronómica no fue lo único que se llevó los flashes.
“Es un crack”, se escuchaba decir a los clientes que llegaban a la apertura local. Dichas expresiones no tenían relación alguna con el nuevo comercio, pero si consensuaban al momento de definir a quién era el merecedor de sus elogios: el joven DJ que musicalizaba la mañana en el cruce de Av. Savio y Mitre, a quien incluso los parlantes lo sobrepasan en altura. Se trata de Valentino Angelico que con tan solo 12 años de edad ya da muestra de su talento detrás de las consolas.“Lo que hago es pasar música, me encanta”, asevera con una naturalidad que se contrapone al asombro de los presentes.
TRABAJO MANCOMUNADO.
Entre tantos espectadores, la mirada atenta de la madre de Valentino daba cuenta de la fascinación por ver a la joyita. «Empezó cuando era chiquito, le gusta mucho y lo llaman de varios eventos», nos contaba la mamá. Al mismo tiempo, le solicitaba a quienes se detenían para retratar al artista que le compartan todo tipo de contenido audiovisual, para de esa manera poder preservar un momento invaluable: su hijo feliz y disfrutando de lo que hace.
Por suerte, Valentino no omite la importancia de tener dos pilares a su lado que lo sostienen e impulsan en su profesión. «El apoyo de ellos es muy bueno, siempre están al lado mío insistiendo para que de lo mejor y que todo salga perfecto» dice. «Fui aprendiendo, y con la ayuda de ellos me pude comprar mi primer controlador y una computadora».
INICIOS.
«Los chicos son como esponjas» es una frase casi de cabecera para cualquier persona cercana a la adolescencia. Sin embargo, al hablar del protagonista de esta historia, es erróneo posarse en el contenido académico dado que fue una pasión lo que despertó su interés cuando aún asistía a primaria. «Arranqué cuando tenía cinco años con mi tío Gabriel, él me fue enseñando, recuerda Valentino, «yo le insistía todos los Doingos, iba a su casa y le decía ‘dale, vamos a tocar un ratito'».
Ese empeño dió sus frutos y le permitió llegar a lugares que ni él se imaginaba. Sucede que el mencionado evento comercial no fue el debut multitudinario para este DJ adolescente, quien ya dijo presente en varias actividades nacionales, tal como fueron los eventos organizados para el Turismo Carretera y Turismo Nacional en la ciudad de San Nicolás. «No me esperaba nada de todo esto a mi edad, pensaba que de grande iba a estar pasando música en alguna fiesta de 15» manifiesta sorprendido.
Asimismo, señala lo que lo divierte y motiva para seguir adelante con su profesión: «a mi lo que más me gusta es el cachengue, los eventos movidos, hacer bailar a la gente».
EXPECTATIVAS.
Los sueños, ese combustible invisible que motivan el día a día de aquellos que tienen una meta clara. Este motor mantiene al joven DJ local en su recorrido, incluso cuando su contexto no es el más afin. «Mis compañeros no le dan mucha importancia. No son tan fanáticos de la música como yo», cuenta Valentino sin darle mucha trascendencia.
No obstante, el DJ se apresta a mirar y aprender más sobre sus ídolos. «Tengo muchos referentes, tal vez David Guetta en lo más electrónico, Bizarrap también» detalla, «también me gusta ver mucho a los profesores que tuve, de ellos pude aprender mucho más», dice el nicoleño.
Dicha idolatría lo lleva a elevar su vara y proyectarse en los grandes escenarios, sin temor al desafío que conlleva, «hasta Tomorowland no se para», una de las fiestas más populares, donde se presentan los mejores DJ del mundo.
Ahora se abre la incógnita sobre que pasará con la carrera de este músico de 12 años oriundo de San Nicolás, quizás las circunstancias de la vida puedan jugar un rol importante, pero si algo queda en claro, es que las ganas de volar alto no le faltan, y que desde su lugar hará todo lo posible para dar su mejor versión.