El canalla tuvo un flojo primer tiempo, pero en complemento reaccionó, generó peligro y Malcorra clavó el golazo de la paridad. Al final se desordenó y Mineiro no lo perdonó con el 2 a 1
Otra vez Central estuvo cerca y el punto que pudo traerse de su excursión a Brasil se le fue de las manos porque aguantó tan sólo dos minutos el empate que supo conseguir con ese golazo de Malcorra. Un primer tiempo apático, cauteloso y un complemento con mayores ambiciones fue lo que protagonizó el canalla frente a Minerio, con el que perdió 2-1 en su segunda presentación en el grupo G de la Copa Libertadores. Pero lo que quedó fue esa imposibilidad de darle algo más de valor a lo que había sido el triunfo contra Peñarol.
Una vez más la estrategia de Central estuvo clarísima en el arranque, dejándole la pelota a Mineiro y guarecerse en su campo para intentar salir de contra, por eso el balón fue casi siempre posesión del equipo Galo, pese a esa trepada de Coronel y el centro muy pasado para Campaz al minuto de juego. Pero rápidamente emergió el trámite que se preveía, con Mineiro yendo y Central parapetado de mitad de cancha hacia atrás.
Final con polémica: todo Central pidió penal sobre Mallo
No obstante, el canalla se cerró bien y Mineiro tuvo dificultades para llegar con claridad. Así, Paulinho debió esforzarse demasiado de cabeza tras el centro desde la izquierda y Hulk tuvo que probar desde muy lejos con un remate que Broun contuvo en dos tiempos. Mineiro iba más por afuera, pero le costaba y el canalla sólo de dedicó a aguantar.
Y en partidos en los que los detalles juegan, Hulk tuvo toda la libertad para controlar en tres cuatros, antes de sacarse de encima a Ortiz, la misma libertad que encontró Scarpa por derecha, con Sández demasiado cerrado. Enganche y zurdazo bajo, contra el palo derecho de Broun. Fue el momento en el que a Central se le prendió fuego el libreto escrito en la previa.
Lautaro Giaccone se lamenta por el gol que erró, con el que Central estuvo a punto de volver a empatarlo.
Hubo un intento de reacción del canalla, con una buena corrida de Campaz por izquierda y un centro a media altura que Cervera no alcanzó a conectar, pero la persiana del partido pudo haberse bajado si Broun no se imponía en el mano a mano con Paulinho luego del grosero error de Ortiz en la salida. Una caminata al vestuario abajo en el marcador, pero con la sensación de que se trataba de apenas un gol de diferencia.
Sin cambios en lo nominal, la postura de Central fue un poco más ambiciosa en el complemento y quedó demostrado en los primeros minutos, cuando intentó ir a fondo. Campaz volvió a desniverlar por izquierda y esta vez Cervera conectó de frente al arco, pero el arquero Everson, con algo de fortuna, la desvió al córner con el taco.
La postura de Mineiro tampoco era la misma porque abrazó la cautela y apostó más a la contra que a la tenencia. Igual se las ingenió para llamar la atención, como en ese remate potente de Paulinho que Broun tapó con las dos manos.
Russo buscó algo distinto con los ingresos de Giaccone y Dupuy y en cierta forma lo logró, porque fue el Laucha quien presionó por derecha y la alargó para que Malcorra abriera el pie zurdo y la pusiera en el ángulo. Golazo, delirio canalla en las tribunas y una tranquilidad incomparable, por eso Miguel lo gritó con alma y vida. ¿Qué debía hacer el canalla? Tranquilizarse y empezar a jugar con el reloj y la desesperación de Mineiro, pero el intento duró dos minutos, hasta que Paulinho recibió, la abrió y la fue a buscar dentro del área para controlar con derecha y definir con zurda. Mazazo a la ilusión canalla.
El equipo tuvo resto y se la jugó entero, aun exponiéndose a la contra. Y pudo ponerse otra vez algo en el bolsillo en esa media vuelta de Giaccone que dio en la cadera de un defensor y se fue al córner luego de que Campaz se sacara tres hombres de encima.
El final fue demasiado loco, yendo por un empate que pudo llegar en esa jugada en la que todo Central reclamó penal sobre Mallo (en un salto su marcador le puso el codo en la cara), pero desde el VAR lo desestimaron por completo. Y con esa impotencia y todos los futbolistas reclamándole al árbitro a Central se le fue un partido que primero lo sufrió y después lo jugó, que lo perdía, lo empató y cuando debió aguantarlo falló en el intento.
Fuente:Lacapital