Axel Kicillof respondió a los «ataques» del kirchnerismo con una extensa carta en la que defiende su prescindencia en la interna. Duro reproche a CFK.
Es una respuesta directa a Cristina, que ayer habló de «los Poncio Pilatos y los Judas» del peronismo, al tiempo que cuestionó la «indefinición» del Gobernador bonaerense.
Además, reclamó «el respeto y el acompañamiento a los pocos gobernadores que pudimos revalidar nuestras gestiones y que damos la batalla contra el plan destructivo de Milei». Si esa condición, se preguntó, «¿qué tipo de unidad podría darse en el PJ?».
Kicillof envió un mensaje a La Campora y al PJ Bonaerense. «No puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento», planteó, y reclamó «el pleno acompañamiento del peronismo de mi provincia».
Es que, dijo, «últimamente sectores de nuestra fuerza política (…) han decidido criticarme mucho y acompañarme poco». Y encadenó esa frase con una distinción: «no tuve ni tengo la necesidad de agredir a nadie para expresar el reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial».
A pesar de la dureza de su mensaje, llevó tranquilidad hacia adentro de su gobierno: «Sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando», planteó, atajándose ante posibles fugas del camporismo bonaerense.
¿La interna del peronismo juega para Milei?
Mediante un comunicado titulado «Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad», AK se mostró preocupado: «Pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos, esos enojos deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición».
El diagnóstico político del Gobernador señala que la división del peronismo está siendo funcional a los planes de Javier Milei, quien, sostuvo, «no ganó por accidente; es presidente luego de que el peronismo hiciera un gobierno nacional que no cumplió con las expectativas».
Tal como hizo en Berisso hace 48 horas,asumió la responsabilidad de «proteger a los bonaerenses del ajuste y de los ataques y, en lo que pueda, también al país, construyendo lazos de solidaridad con el resto de los gobernadores de todos los partidos». Y volvió a opinar que ve «inoportuna» a la interna partidaria.
Los cuatro puntos que planteó Kicillof
Kicillof resumió su posición en cuatro puntos:
- Desde que se apartó a Alberto, repetí en público y en privado que no me interesa disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente.
- Por razones que me son ajenas, hoy en el Partido Justicialista están a punto de quedar dos listas. La que encabeza el gobernador Quintela, quien anunció su postulación hace tres meses, y la lista que encabeza Cristina, cuya candidatura dio a conocer diez días atrás a través de un documento donde plantea que en el peronismo no sobra nadie. Mi deseo y mi posición es que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna. Ambos proponen dos puntos centrales: nítida oposición a Milei y convocatoria a la unidad.
- Al mismo tiempo, veo con preocupación que la derecha empieza a aprovecharse de nuestros debates internos.
- A horas del cierre, vuelvo a expresar mi voluntad: ¡unidad, unidad respetuosa, unidad peronista!
- Neutral pero con críticas a Cristina
Kicillof planteó sus críticas a la interna pero hizo foco en Cristina. Señaló, por ejemplo, que el riojano Quintela -quien, subrayó, no es su candidato- «es un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei desde una provincia alejada de los medios y las redes porteñas».
También ponderó la campaña de tres meses que llevó a cabo para posicionarse en el PJ Nacional, contra el intempestivo lanzamiento de CFK «cuya candidatura dio a conocer diez días».