Maurycy Lyczko y Filip Wałcerz, dos actores polacos, protagonizaron sin saberlo uno de los fraudes más impactantes que afectó a miles de argentinos. Los actores fueron contratados por una supuesta agencia para asistir a un evento corporativo en Buenos Aires, sin conocer los detalles de su participación ni la naturaleza del evento. Ambos llegaron a la capital argentina para interpretar a los directivos de una organización llamada «Knight Consortium,» que prometía ganancias diarias del 2% en dólares a través de una plataforma de criptomonedas.
El evento, que se llevó a cabo en el lujoso Hotel Emperador, reunió a líderes locales de distintas ciudades argentinas, muchos de ellos humildes trabajadores que habían invertido importantes sumas de dinero en la plataforma con la promesa de alcanzar la «libertad financiera». Durante la gala, Maurycy y Filip actuaron como Timothy Murphy y Jeremy Jones, los supuestos directivos del consorcio. Estos falsos líderes entregaron condecoraciones a los inversores y dieron discursos motivadores en español e inglés sobre la misión de la empresa.
La comunidad de «Knight Consortium», que operaba principalmente en ciudades del interior como San Pedro, utilizaba una aplicación llamada RainbowEx, que alentaba a los usuarios a invertir en criptomonedas con la promesa de duplicar sus ganancias en menos de dos meses. Sin embargo, la plataforma era una fachada para un esquema piramidal donde el dinero de los nuevos inversores se usaba para pagar a los anteriores, una estructura insostenible que tarde o temprano colapsaría.
Tras el evento, comenzaron a surgir dudas sobre la autenticidad de la empresa y de los directivos que se presentaron en la gala. Una investigación periodística reveló que «Knight Consortium» no existía desde 2010, como afirmaba, sino que había sido creada recientemente, y que los supuestos directivos eran en realidad dos actores polacos contratados para interpretar esos roles. Ni la organización ni los líderes tenían una verdadera base de operaciones, y la plataforma de criptomonedas se utilizaba para desviar los fondos de los inversores.
Los actores, que habían sido contratados sin conocer los detalles del engaño, se sorprendieron al descubrir que habían sido parte de una estafa masiva. Durante la investigación, Maurycy declaró que tanto él como Filip habían recibido el guion de sus discursos un día antes del evento y que nunca sospecharon que estaban representando a estafadores. La agencia que los contrató, supuestamente de Singapur, les aseguró que en la cultura asiática era común contratar actores para representar a empresarios en eventos públicos.
San Pedro, una de las ciudades más afectadas, vivió una fiebre por la aplicación RainbowEx, donde miles de personas invirtieron sus ahorros y vieron en la estafa una oportunidad de progreso económico. La plataforma se presentaba como una solución a sus problemas financieros, y muchos de los inversores, sin estudios avanzados ni experiencia en el mundo de las criptomonedas, confiaron en las promesas de altos rendimientos.
Finalmente, la estafa piramidal esta al descubierto cuando algunos de los fondos comenzaron a desaparecer y los líderes nunca más aparecieron. Los actores polacos, que también fueron estafados al no recibir su pago completo, cerraron sus redes sociales y enfrentan una situación complicada en sus carreras.
En resumen, lo que parece una oportunidad para progresar se convirtió en una estafa que engaña a comunidades enteras, y los únicos rostros visibles del engaño fueron dos actores que, sin saberlo, formaron parte del fraude.
Fuente: Maximiliano Firtman
