Texto por:Yurany ArciniegasSeguir
Las autoridades de Barcelona, España, informaron este 30 de noviembre que un incendio devastó una sede abandonada donde moraban inmigrantes. El hecho dejó cuatro personas muertas, todos miembros de una misma familia: los padres, de origen paquistaní y rumano, y dos menores de uno y tres años de edad.
Una tragedia que pone de manifiesto las precarias condiciones de muchos migrantes en Europa.
Los Mossos de Esquadra -policía regional catalana- abrió una investigación para determinar las causas del incendio, ocurrido en un local abandonado donde antiguamente funcionaba el banco Evo y que había servido de refugio a la familia.
Tras la llamada de un habitante del sector, los servicios de emergencia encontraron los cuerpos de cuatro personas de una misma familia: el padre, de origen paquistaní; la madre, proveniente de Rumania, y sus dos hijos de uno y tres años de edad.
Las víctimas fallecieron por inhalación del humo y residían en el sitio siniestrado desde hace un año, según declararon las autoridades.
Los bomberos también encontraron a otras cuatro personas que se refugiaban en el lugar y resultaron heridas, aunque se encuentran fuera de peligro, indicaron los funcionarios locales.
«Los bomberos rescataron a 4 personas e intentaron resucitar a 4 más (2 adultos, 1 niño y 1 bebé), que terminaron muriendo», señaló el departamento de bomberos de Barcelona a través de su cuenta de Twitter.
Las víctimas «vivían en condiciones inaceptables»
El consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Joan Ignasi Elena, lamentó las muertes y subrayó que las víctimas «vivían en unas condiciones inaceptables». «Eso nos interpela como Gobierno», agregó.
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aseguró que se trataba de «una vivienda en precario» estado y que los servicios sociales municipales habían atendido a la familia con los niños pequeños para ofrecerles educación, atención médica y comida.
Además, la funcionaria lamentó que las entidades bancarias se desentiendan de los locales que dejan de utilizar.
En los últimos años, los numerosos edificios abandonados y no aptos para el alojamiento -pero que son ocupados de manera irregular por personas sin hogar en Barcelona y sus alrededores, así como en muchas otras partes del país- están creando un grave riesgo.
Hace un año, varias personas murieron en un almacén abandonado donde habitaban decenas de personas sin autorización, en Badalona, un suburbio de la capital catalana.
Con Reuters y medios locales
Fuente:france24
